DESCUBRIENDO EL MUNDO DE ÁNGEL DÍAZ BARRIGA

Analizando el texto de A. D. Barriga, sabemos que la programación del aula se ve influenciada por una secuencia didáctica y por unas competencias, que son las que marcan lo que sucede en ella.

Hay autores que piensan que son las competencias las que marcan como es la secuencia y, en cambio, otros, piensan que es la secuencia quien clasifica las competencias y eligen las más coherentes según la secuencia diseñada.

Lo que creemos que nos intenta comunicar el autor del texto es que las competencias desde un principio eran algo innovador que incluía no solo contenidos concretos, sino que además otros contenidos y otras habilidades que son mas abstractas y son diferentes al contenido "tradicional". Parecer ser que en las competencias si no se trata de un contenido demostrable no es valido para el sistema actual de enseñanza, cosa que deja atrás temas de gran valor, pero que no se pueden evaluar tan fácilmente.

Las competencias eran algo innovador porque se centraban en el "saber hacer", el problema es que en la actualidad tenemos una tendencia educativa de objetivar este "saber hacer", de manera que se plantean unos objetivos específicos con el aprendizaje de cada habilidad, no dejando que el alumno desarrolle su creatividad o que desarrolle la misma habilidad de otra manera y con otro objetivo. 

La causa de marcar los objetivos excesivamente al aprender una habilidad es la taxonomía de Bloom. Ésta se caracteriza por tres modelos jerárquicos que clasifican los objetivos de aprendizaje en niveles de complejidad, de manera que asume que para el aprendizaje de los niveles superiores se ha de tener o adquirir previamente conocimientos o habilidades de niveles inferiores. Al mismo tiempo, muestra una visión global del proceso educativo, dado que promueve una forma de educación con un horizonte holístico. Estas tres dimensiones son: la afectiva, la psicomotora y la cognitiva.



Por lo tanto, aunque si que potencia que el alumnado aprenda unas habilidades poco a poco sin presión, deja atrás otras muchas habilidades que no considera como idóneas, dejando a criterio del docente que escoja cuales son las competencias que deben marcar el aprendizaje del alumnado, y estas mismas competencias son las que van a marcar la secuencia didáctica que se va a seguir en el aula, ya que no es lo mismo aprender una habilidad de comprensión lectora, que en un primer lugar se debe leer un texto y luego responder a las preguntas, que la habilidad de investigar, que ésta lo que pretende potenciar es la curiosidad del alumnado planteándole como inicio de la actividad un tema que es de su interés, sin darle pautas que guíen todo el proceso.

Para concluir, el autor nos hace pensar que depende de la subjetividad del docente partirá de la secuencia o de las competencias, pero según el criterio de Barriga es preferible tomar como punto de partida las competencias desde un punto de vista más global, no limitando aquellas habilidades que pueden ser evaluadas fácilmente, sino que también nos debemos atrever con aquellas otras en las que su única manera de evaluar su aprendizaje es analizando el proceso y la motivación que presenta el alumnado. Además, nos resulta difícil hablar y debatir lo que son las competencias, dado que no tiene una definición clara y el significado de estas es un poco vacío, en el sentido que depende de la subjetividad de cada persona el definirlas.

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